Brenda del Castillo y Morena Verdi, de 20 años, y Lara Gutiérrez, de 15, fueron víctimas de un triple asesinato en Florencia Varela, el 20 de septiembre pasado. Sus cuerpos fueron hallados descuartizados en una casa situada en Jáchal y Chañar, en la misma zona donde se registró la última señal del celular de una de las chicas.
Según la hipótesis oficial, se trató de un ajuste de cuentas ordenado por un traficante peruano, alias “Pequeño J”, en el marco de una venganza narco que incluso habría sido transmitida en vivo por redes sociales para un grupo reducido de cómplices.
El caso sumó en las últimas horas un nuevo arresto, el primero desde que la Justicia Federal asumió la investigación por los vínculos detectados entre el triple crimen y bandas narco. Tras allanamientos realizados por la policía bonaerense en Berazategui fue arrestado Bernabé Jesús Mallón, un hombre de 42 años al que los detectives asignan un rol central en la estructura de la red narcocriminal que tiene al joven conocido como Pequeño J como su líder más conocido.
Bernabé Jesús Mallón, un hombre de 42 años, fue detenido en su casa tras allanamientos realizados por la policía bonaerense en Berazategui.
Los detectives le asignan a Mallón un rol central en la estructura de la red narcocriminal que tiene a Pequeño J como su líder más conocido.
Además de ese mencionado traficante que está detenido en Perú, en espera de la extradición a nuestro país para enfrentar cargos de homicidio agravado, están en prisión otros 11 sospechosos de tener algún grado de participación
Según la información aportada por los investigadores, Mallón fue indagado el 5 del actual en el juzgado federal N° 2 de Morón, a cargo de Jorge Rodríguez. Ese magistrado se hizo cargo de la pesquisa a comienzos de noviembre, luego de que el juez de garantías de La Matanza, Fernando Pinos Guevara, declinase la competencia por pedido del fiscal Carlos Arribas.
Antes de dejar el caso, los funcionarios judiciales bonaerenses procesaron a los primeros ocho detenidos, pidieron la extradición de Tony Janzen Valverde Victoriano, el narco conocido como Pequeño J, y ordenaron la captura de otros dos sospechosos, entre ellos el supuesto jefe de la red, un hombre conocido como Joseph Freyser Cubas Zavaleta, alias Señor J. Su caso tiene una particularidad: en el momento del crimen estaba preso en uno de los calabozos más importantes de la Policía Federal Argentina.
Dado que los representantes de la Justicia bonaerense entendieron que los asesinatos de Gutiérrez (de 15 años), Brenda del Castillo y Morena Verdi (ambas de 20) ocultaba una trama de venta drogas y que las ramificaciones llegaban a Perú por lo que escapaba a su criterio del radio de narcomenudeo que limita la acción provincial (la ley 26.052 que permite la desfederalización de la lucha contra las drogas fue aprobada por el Congreso en 2005 a pedido del por entonces gobernador bonaerense Felipe Solá con el espíritu de sumar a la policía provincial y a la Justicia contra bandas narco), trasladaron el expediente a la Justicia Federal para que, además, de esclarecer los asesinatos anule a la red de traficantes.
La Justicia de Garantías de La Matanza avaló que la causa pase al fuero federal lo antes posible “atento a la gravedad del caso”.
El juez de Garantías Fernando Pinos Guevara hizo lugar al pedido del fiscal de Homicidios del mismo departamento judicial, Adrián Arribas, quien consideró que el expediente debe cambiar de fuero por estar vinculados los homicidios al narcotráfico.
La Justicia avalo el traspaso de la causa al fuero federalJoseph Freyser Cubas Zavaleta, un supuesto narco peruano que está alojado en una dependencia de la Policía Federal Argentina (PFA) a la espera de su extradición a su país de origen, quedó detenido por su presunta vinculación con el triple crimen.
Cubas Zavaleta, de 31 años y apodado "Señor J", fue detenido por orden del juez de Garantías de La Matanza Fernando Pinos Guevara tras una solicitud hecha por el fiscal Arribas, a cargo de la investigación. En tanto, esta martes será indagado tras ser apuntado por una testigo con identidad reservada como autor intelectual del crimen.
Durante su declaración, González Guerrero brindó detalles acerca d elo que sucedió en los minutos previos a la llegada de Pequeño J. “Antes de que llegue Julio, en la casa estaban Matías Ozorio -ladero de ‘Pequeño J’-, ‘Paco’ y ‘Nero’: ellos fueron quienes se encargaron de cavar el pozo para enterrar a las chicas”.
Según la mujer, removieron la tierra escuchando música a todo volumen. Recién apagaron el parlante cuando llegaron las tres víctimas.
En la ampliación de su declaración indagatoria, Celeste Magalí González Guerrero, no solo afirmó que el móvil del triple crimen fue una venganza por el robo de 30 kilos de cocaína, sino que contó quiénes fueron los destinatarios de la transmisión de las torturas a las que fueron sometidas las víctimas antes de ser asesinadas.
“Me dijo [Miguel Ángel Villanueva Silva] que estaban haciendo una videollamada con quiénes le dicen Papá y Lima, que estaban en José C. Paz”, dijo la imputada.
Lara, la víctima de 15 años del triple crimen, y “Pequeño J”, como se conoce a Tony Janzen Valverde Victoriano, ya se conocían, según una imagen que se viralizó durante las últimas horas.
Se trata de un video que fue captado por una cámara de seguridad cuando caminaban por el barrio de Flores dos semanas antes de los brutales asesinatos.
La imagen de la víctima y el, por ahora, coautor del crimen pertenecen a una cámara de seguridad de un local de comidas rápidas que los filmó cuando el 6 de septiembre pasado circulaban por la avenida Rivadavia al 7100.

