COPENHAGUE.– Las autoridades de Dinamarca y Groenlandia insistieron el lunes en que Estados Unidos no tomará el control de la estratégica isla del Ártico y exigieron respeto por su integridad territorial después de que el presidente norteamericano, Donald Trump, anunciara el nombramiento de un enviado especial para Groenlandia.
El anuncio de Trump el domingo de que el gobernador de Luisiana, Jeff Landry, sería el enviado especial de Estados Unidos provocó un nuevo estallido de tensiones diplomáticas en torno al interés de Washington sobre el vasto territorio semiautónomo de Dinamarca, miembro de la Unión Europea (UE) y de la OTAN. El ministro de Exteriores danés dijo en comentarios a las emisoras locales que planea convocar al embajador de Estados Unidos.
“Lo hemos dicho antes. Ahora, lo decimos de nuevo. Las fronteras nacionales y la soberanía de los Estados están arraigadas en el derecho internacional”, dijeron en un comunicado conjunto la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, y su homólogo groenlandés, Jens-Frederik Nielsen. "Son principios fundamentales. No se puede anexar otro país. Ni siquiera con un argumento sobre seguridad internacional", aseguraron.
“Groenlandia pertenece a los groenlandeses y Estados Unidos no tomará el control de Groenlandia“, añadieron en el comunicado, enviado por la oficina de Frederiksen. “Esperamos respeto por nuestra integridad territorial conjunta”.
Durante su transición presidencial y primeros meses de su segundo mandato, Trump reiteró su intención de anexar Groenlandia al territorio norteamericano, y no ha descartado el uso de la fuerza militar para tomar el control de la isla, rica en minerales y con una ubicación estratégica.
El vicepresidente de Estados Unidos, J.D. Vance, visitó en marzo una remota base militar norteamericana en Groenlandia y acusó a Dinamarca de no invertir lo suficiente allí.
El anuncio del domingo vuelve a avivar una polémica que permanecía latente desde agosto, cuando funcionarios daneses convocaron al encargado de negocios de Estados Unidos tras un reporte que indicaba que personas vinculadas a Trump habían llevado a cabo operaciones encubiertas de influencia política en Groenlandia.
Por entonces, al menos tres funcionarios cercanos al presidente fueron vistos en Nuuk, la capital de Groenlandia, tratando de identificar a personas a favor y en contra de un acercamiento con Estados Unidos, según reveló la televisión danesa.
"Jeff [Landry] entiende lo esencial que es Groenlandia para nuestra Seguridad Nacional y promoverá firmemente los Intereses de nuestro País para la Seguridad, la Protección y la Supervivencia de nuestros aliados, y de hecho, del mundo", dijo Trump en su anuncio sobre la designación del gobernador.
Landry agradeció al mandatario en una publicación en X diciendo que “es un honor servirles en esta posición voluntaria para hacer de Groenlandia una parte de Estados Unidos“. También precisó que el nuevo cargo no afecta “en modo alguno” sus funciones como gobernador.
El ministro danés de Exteriores, Lars Lokke Rasmussen, respondió en un breve comunicado que “el nombramiento confirma el continuo interés estadounidense en Groenlandia”.
“Sin embargo, insistimos en que todos, incluidos los Estados Unidos, deben mostrar respeto por la integridad territorial del Reino de Dinamarca“, agregó el funcionario.
Más tarde el mismo día, en comentarios desde las Islas Feroe, el ministro declaró a la emisora danesa TV2 que el nombramiento y las declaraciones eran “totalmente inaceptables”, y afirmó que su ministerio convocaría en los próximos días al embajador de Estados Unidos en Copenhague, Kenneth Howery, “para obtener una explicación”.
“Mientras tengamos un reino en Dinamarca que comprenda Dinamarca, las Islas Feroe y Groenlandia, no podemos aceptar que haya quienes socaven nuestra soberanía”, alertó el funcionario.
El primer ministro de Groenlandia afirmó por su parte que el nombramiento “no cambia nada para nosotros acá en casa”.
“Nosotros mismos determinaremos nuestro futuro. Groenlandia es nuestro país”, escribió en Facebook, y añadió: “Groenlandia pertenece a los groenlandeses, y se debe respetar la integridad territorial”.
A principios de este mes, el Servicio de Inteligencia de Defensa de Dinamarca dijo en un informe anual que Estados Unidos está utilizando su poder económico para “imponer su voluntad” y amenazar con la fuerza militar tanto a amigos como a enemigos.
Anouar El Anouni, portavoz de la Comisión Europea el ejecutivo de la UE, dijo el lunes a los periodistas en Bruselas que no le correspondía comentar sobre las decisiones de Estados Unidos. Pero subrayó la posición del bloque de que “preservar la integridad territorial del Reino de Dinamarca, su soberanía y la inviolabilidad de sus fronteras es esencial para la Unión Europea".
Según una encuesta realizada en enero, la mayoría de los 57.000 habitantes de Groenlandia quieren independizarse de Dinamarca, pero no desean formar parte de Estados Unidos. Los dirigentes tanto de Dinamarca como de Groenlandia han insistido repetidamente en que la isla ártica no está en venta y que ella misma decidirá su futuro.
Groenlandia -la isla más grande del mundo, sin contar Australia- se encuentra estratégicamente situada entre América del Norte y Europa, en un momento en que Estados Unidos, China y Rusia muestran un interés creciente por el Ártico, donde se han abierto rutas marítimas debido al cambio climático y abundan las tierras raras.
La ubicación de Groenlandia también la sitúa en la ruta más corta de posibles lanzamientos de misiles entre Moscú y Washington.
Agencias AP y AFP

