En los últimos años, la frase Vincit Omnia Veritas comenzó a aparecer cada vez con más frecuencia. Se la ve en posteos virales, citas compartidas en redes sociales, libros contemporáneos y hasta grabada en la piel de muchas personas como tatuaje. Sin embargo, un lugar popular en el que es frecuente es en el cementerio, grabada sobre algunas lápidas. Aunque muchos la asocian a una consigna moderna, su origen se remonta a más de dos mil años atrás. ¿Qué significa realmente?
La expresión proviene del latín clásico y su traducción literal es sencilla, pero poderosa: “la verdad lo conquista todo” o “la verdad lo vence todo”. En pocas palabras, transmite la idea de que la verdad siempre termina imponiéndose, incluso frente a la mentira, el engaño o las situaciones más adversas.
Desde el punto de vista lingüístico, cada palabra cumple un rol clave. Vincit hace referencia a “vencer” o “conquistar”; omnia significa “todo”, sin excepciones; y veritas se traduce como “verdad”. A lo largo de la historia, Vincit Omnia Veritas se utilizó como un lema moral. Fue adoptada por instituciones educativas, espacios filosóficos y ámbitos vinculados a la justicia, donde la verdad ocupa un lugar central. También apareció en escudos, inscripciones y documentos como una declaración de principios de verdad y justicia ante todo.
En la actualidad, su sentido se resignificó. Muchas personas la eligen para expresar procesos personales, luchas internas o situaciones en las que la verdad logró imponerse después de un conflicto muy fuerte en sus vidas. Vincit Omnia Veritas suele compararse con otros dichos latinos muy conocidos, como Amor vincit omnia (“el amor todo lo vence”) o Labor omnia vincit (“el trabajo todo lo vence”). Todas comparten una misma estructura y un significado similar.
Existen muchísimas frases célebres de la filosofía que todavía hoy se usan o inspiran:

