Desde siempre he sido una persona que prefiere el clima frío, pero se empalma con que soy terriblemente friolento. Para muchos el frío es a 4°C o 5°C, pero en mi caso el frío comienza a partir de los 13°C, aproximadamente. Y es que basta con salir a la calle en esta temperatura para que comience a temblar como paleta todo el día.
Por ello siempre estoy en búsqueda de ropa lo suficientemente caliente para pasar el frío de la mejor manera, aunque esto no siempre es posible. Por lo menos no al 100%, pero desde hace tiempo hay un tipo de ropa que está en tendencia porque ayuda de forma fácil y rápida al problema de los friolentos: la ropa térmica.
Qué es la ropa térmica y cómo funciona
Quizá este tipo de ropa sí la hayas visto alguna vez. Se caracteriza por su textura tipo cocido, como si fuera un suéter aesthetic que te venden en tu tienda favorita a sobreprecio y maltratado. Con la única diferencia de que, por raro que parezca, no es cara y sí te ayuda tener mejor resistencia al frío.
El fabricante de ropa deportiva Hoko Sport explica que este tipo de prendas es la solución ideal para hacerle frente a las bajadas de temperatura y lo mejor es que no son para nada pesadas o estorbosas. La razón es la confección de sus tejidos basados en poliéster y poliamiada.
Aunque algunos otros fabricantes explican que la composición de la ropa térmica varía según la marca y el tipo de prenda, ya que por lo general está fabricada con materiales sintéticos de alto rendimiento o mezclas de fibras entre naturales y sintéticas.
Aunque de manera general, lo común es que integre poliéster, nailon, spandex y, en ocasiones, lana merino. Asimismo, es importante decir que los más relevantes son el poliéster y el nailon, debido a sus materiales de secado rápido y resistencia al agua. Estos materiales permiten que la prenda evacue eficientemente la humedad, manteniendo al usuario seco y cálido.
Mientras que, otros de los materiales fundamentales son el spandex, o elastano que se incorporan para proporcionar elasticidad y facilitar un ajuste ceñido, permitiendo que la ropa térmica se adapte al contorno del cuerpo cómodamente sin que restrinja el movimiento. Esto es especialmente importante en actividades físicas donde la libertad de movimiento es esencial y se usa en aquellas prendas enfocadas en el deporte.
No está de más mencionar que algunos casos, la lana merino se utiliza en la fabricación de ropa térmica debido a su capacidad natural para regular la temperatura y absorber la humedad, lo que la hace ideal para mantener el calor en climas fríos sin causar incomodidades por el sudor.
Con todo esto y, concordando con otro gran fabricante como Decathlon, la ropa térmica tiene la función de capturar y reciclar el calor producido por nuestro cuerpo, mientras desgasta la humedad. Así, actuando como una segunda piel, que es importante mencionar que debe ser la primera capa frente al frío, es decir, tiene que estar en contacto con la piel.
Problemas con la ropa térmica
Aunque la ropa térmica sí funciona para los días de clima y lo recomendable es utilizarla como una capa debajo de tu ropa, no es una prenda perfecta. Si bien su confección es ideal para el frío, hay detalles que podría causar incomodidad y las mismas marcas son las que los explican.
El primero son los olores, ya que estas prendas son susceptibles a la impregnación de aromas, inclusive después de lavarla. Por ello se recomienda que antes de compras, veas la información del producto en su etiqueta y elegir la ideal para tus actividades, ya sea para tu rutina, para hacer deporte o incluso para dormir.
Además, esta el tema de las pieles sensibles, ya que la construcción de la prenda en suma con la transpiración, el roce con la piel y el ajuste, podría causar irritación. Por ello, es recomendable optar por ropa térmica con costuras planas para evitar la fricción con la piel. El material también debe ser suave al tacto para evitar la irritación de la piel.
Foto| Decathlon
