Esta semana Netflix agregó nuevamente a su catálogo una producción que sacó hace tiempo y que marcó en profundidad a los espectadores argentinos. Se trata de Vientos de agua, una miniserie dirigida por Juan José Campanella que resultó un éxito arrollador en la televisión y también en la plataforma de streaming.
El relanzamiento de esta producción de 13 capítulos llegó a pocos días de la muerte de Héctor Alterio, quien fue uno de los protagonistas, por lo que se interpretó como un homenaje al actor español.
La obra de Campanella narra una profunda historia que identifica las raíces de la Argentina como país receptor de inmigrantes europeos durante el siglo XX. Además, enseña la historia, los conflictos sociales y las pujas de poder de la época, al igual que hace un paralelismo con la crisis del 2001 y el retorno de los descendientes al viejo continente, específicamente a España. Es una producción que interpela al espectador desde el inicio, con un relato melancólico y una escenografía bien lograda que acompaña el mensaje original que se busca transmitir.
Vientos de agua contrasta el pasado de un minero español que arribó a Buenos Aires en 1934, escapando de la situación económica y del contexto previo a la Guerra Civil, en comparación con el presente de su hijo, que viaja a Madrid debido a la crisis del 2001.
La trama sigue a José Olaya, de joven y adulto, que abandona España con la intención de iniciar de nuevo en la prometedora Argentina. Allí se muestran los desafíos de inmigrar, los vínculos y relaciones sociales en un país diferentes y las lógicas culturales distantes.
Por su parte, se hace una comparación con su hijo Ernesto Olaya, un arquitecto, casado y con hijos, que le pide ayuda a su padre para volver a España y establecerse allí con la intención de trabajar a causa de la crisis económica que se desató en 2001.
En la miniserie se muestran dos tiempos distintos, épocas distanciadas entre sí, pero que a la vez dejan en claro ciertos rasgos que se repiten. Cuando Ernesto llega al país de nacimiento de su papá, se encuentra con impedimentos para poder desarrollar su profesión y debe declinar por labores menos gratas, mientras se encuentra con otros compatriotas que ya lograron un éxito o estabilidad financiera.
Al mismo tiempo, Campanella hace hincapié en el desarraigo de esta historia de inmigración cruzada, en la que Ernesto pierde cotidianidad con su familia en Buenos Aires y construye una nueva al otro lado del Atlántico, aunque siempre con el anhelo de volver a casa.
El director argentino intentó homenajear a su abuelo, oriundo de Asturias, aunque solo se inspiró, pero no replicó tal cual los hechos ocurridos en la ficción. Es un guiño a muchas familias argentinas que surgieron de sus parientes inmigrantes.
El elenco está formado por Héctor Alterio, Ernesto Alterio, Eduardo Blanco, Pablo Rago, Giulia Michelini, Angie Cepeda, Silvia Abascal, Rubén Ochandiano, Claudia Fontán, Caterina Murino, Marta Etura, Valeria Bertuccelli, Iván Hermes, Bárbara Goenaga, Francesca Trentacarlini, Pilar Punzano, Carlos Kaspar, Carlos Álvarez-Novoa, Mariano Bertolini, Félix Cubero, Darío Valenzuela, El Gran Wyoming, Joan Dalmau, Manuela Pal, Susi Sánchez, José Luis López Vázquez, Carla Pantanali Sandrini, Gustavo Garzon y Mariano Argento.

