En diciembre, las familias festejan el cierre de cada año. No obstante, justo antes de que el ciclo llegue a su fin, muchas personas festejan la Navidad con posadas, villancicos, árboles decorados con luces y cenas familiares.
Las celebraciones de Navidad están relacionadas con el cristianismo, pero, ¿sabías que esta conmemoración también ha sido usada como propaganda política, especialmente en las décadas de 1920 y 1930 como parte del nazismo?
En su discurso navideño en 1921, el líder del partido nazi en Alemania, Adolf Hitler, condenó a las personas judías por “quebrantar al libertador del mundo en la cruz” y juró destruirles. Más tarde en los festejos, la multitud cantó villancicos junto con himnos nacionalistas.
“Para los alemanes de las décadas de 1920 y 1930, esta combinación de festividades familiares, propaganda nacionalista y antisemitismo no era inusual. A medida que el partido nazi crecía en tamaño y alcance, y finalmente tomó el poder en 1933, propagandistas comprometidos trabajaron para “nazificar” la Navidad. Redefiniendo tradiciones familiares y diseñando nuevos símbolos y rituales, esperaban canalizar los principios fundamentales del nacionalsocialismo a través de la festividad popular", indica Joe Perry, profesor de Historia en la Universidad Estatal de Georgia.
En aquellos años, el gobierno alemán tenía un amplio control de la vida pública. Por ello, no es extraño que un gobierno extremista tuviera éxito en promover la propaganda nazi versión navideña, mediante productos culturales como programas de radio y artículos en periódicos.
El especialista Joe Perry destaca en su artículo, publicado en The Conversation, que aunque algunos alemanes se resistieron a la apropiación de la Navidad por parte del régimen, muchos abrazaron la “Navidad nazificada” en el momento.
La Navidad como la conocemos ahora es una fusión de celebraciones. Por un lado, está la conmemoración cristiana y católica del nacimiento de Jesús en Belén, Palestina. Pero también se ha mezclado con fiestas paganas y con tradiciones como la colocación del árbol de Navidad (que tiene su origen en Alemania), así como las historias sobre Santa Claus o Papa Noél que lleva regalos a niñas y niños.
Pero durante la época del nazismo, la Navidad se tornó en otra cosa.
“En lugar de centrarse en los orígenes religiosos de la festividad, la versión nazi celebraba la supuesta herencia de la raza aria, la etiqueta que los nazis daban a los miembros “racialmente aceptables” del estado racial alemán“, puntualiza Perry, profesor de Historia.
Los intelectuales nazis justificaron en su momento que las tradiciones navideñas se basaban en rituales del solsticio de invierno que eran practicados por las tribus germánicas, antes de que el cristianismo llegara a la región. Fue así como los propagandistas del régimen presentaron la Navidad como una celebración del nacionalismo pagano alemán.
Perry explica que los propagandistas de la época le restaron importancia a la religión y a los aspectos cristianos de la Navidad. En su lugar, la propaganda apuntaba a los rituales del solsticio y a la “luz”, según los orígenes paganos alemanes de la festividad.
En tanto, tras el discurso de 1921 de Hitler en el que señaló a las personas judías como “culpables del asesinato de Jesucristo”, en los años venideros los ataques contra judíos alemanes eran típicos de la propaganda de las festividades navideñas.
Y la idea de la raza aria y la pureza racial iba de la mano, con anuncios donde familias alemanas rubias y de ojos azules festejaban en hogares alrededor del árbol de Navidad.
A ello se sumó la propaganda que llamaba a no comprar regalos navideños en almacenes de propiedad judía.
Toda esta propaganda en conjunto empujó la idea de que solo los alemanes de raza aria podían participar en los festejos de Navidad.
Sobre los villancicos nazis, Perry recuerda la canción “Exaltada Noche de las Estrellas Claras”, cuya letra niega el origen cristiano de la Navidad y se centra en las estrellas, la luz y una “madre eterna” que pone su fe en el nacionalsocialismo y no en Jesucristo.
El especialista señala que esta canción que era transmitida por la radio y cantada por las familias fue famosa y tan común, que después de 1950 seguía siendo interpretada en los hogares alemanes.
Con el nacimiento de Jesús lejos de la celebración alemana en el Tercer Reich, los propagandistas promovieron adornos navideños con el símbolo de la esvástica nazi, así como adornos con la rueda solar de Odín.
Perry destaca que sí hubo oposición a la propaganda de la Navidad nazi, pues los registros de la Liga Nacional Socialista de Mujeres muestran que sus integrantes estuvieron en desacuerdo. Y el clero alemán se opuso de manera abierta al régimen que eliminaba a Cristo de las festividades.
Con información de The Conversation.


